"Book-off" & Get Off

Tal vez lo ventajoso de que haya tan poco espacio para vivir en Tokyo hace que la gente tienda a aprovechar al máximo el espacio y a conservar sólo lo necesario para el día a día. De esta manera no sólo se consigue mantener a la gente ocupada siendo buenos ciudadanos con el reciclaje o el orden, sino que además se les priva de poder conservar recuerdos para que puedan hacer un balance en sus vidas. Yo por ejemplo os podría contar mi vida entera sólo ordenando los discos de música que tengo en mi casa (estilo Rob Gordon, interpretado por John Cusack en "High Fidelity") o los libros que tengo colocados en mi estantería (más bien apilados, porque mi habitación en Barcelona es como un piso japonés).

Por eso cuando ves estas cosas te alegras en parte de que sean tanto de "usar y tirar". Me refiero a la cadena de tiendas "Book-off", donde puedes comprar libros, cd's, dvd's, videoconsolas, juegos...de segunda mano a precios de escándalo. Y aquí en Japón segunda mano significa semi-nuevo, casi no utilizado y practicamente con el sello de fábrica intacto. Ya había visto estas tiendas al llegar a Japón, pero pensé que eran como "Tsutaya", donde puedes alquilar todas las cosas que he puesto antes. ¿Qué pensaríais si veis un tomo nuevo de una serie manga recién salida al mercado por tan sólo 100 yenes? Lo primero que se te viene a la cabeza es que es para alquiler, pero no. Podría hacerme ahora mismo la colección de cualquiera de las series actuales por menos de 20 euros. Por supuesto las más nuevas cuestan entre 100 y 150 yenes más, pero si esperáis una semana o dos, el precio se reduce considerablemente.

Eso en lo que corresponde a nuevos e interesantes hallazgos. Lo que es más complicado es hacer una ruta concreta para mi viaje este agosto. Tenía claro que quería hacer un tramo de la Nakasendo, pero hace unas horas he entrado en la página de un asiático que ha recorrido los 500 y pico kilómetros desde Kyoto hasta Tokyo, y ahora siento como si el trozo de pizza que quería comer no fuera suficiente para saciar mi apetito.
El problema en sí no está en recorrer estos kilómetros, porque igualmente voy a salir desprovisto de hoteles ya que no se pueden reservar por internet (pequeñas posadas en medio de un valle), y mis piernas están lo suficientemente entrenadas como para hacer unos 25 o 30 kilómetros al día casi sin problema. Tanto si salgo desde Nipponbashi aquí en Tokyo como si lo hago desde Kyoto, creo que en 15 o 16 días podría llegar a mi destino. Pero como os he dicho, lo bohemio se termina en cuanto la realidad sale a flote, puesto que he calculado y serían unos 16 días con un gasto de 40 o 50 euros cada uno, que suben a unos 600 y pico de euros. Contando por supuesto que tendría que dormir al raso más de un día puede que ahorrara algo, pero en un viaje de este tipo siempre surgen más gastos que otra cosa, así que he de ser realista y no dejarme llevar por el romanticismo de la aventura.

Creo que haré simplemente el recorrido de 60 kilómetros con tranquilidad, y me apunto la Nakasendo completa como próximo objetivo de futuras visitas a Japón. Estas cosas deben hacerse con calma, pero sobretodo con dinero, algo de lo que no puedo presumir. En cambio creo que intentaré exprimir el billete que he comprado, sólo que es complicado porque la Nakasendo pilla justo en el centro de Honshuu y es jodido montarse una ruta ascendente recta hasta llegar a Tokyo. Tanto si quiero desviarme al este como al oeste, debo deshacer parte del camino que he dejado atrás, así que no tiene sentido. Puede que después de la Nakasendo vuelva a Tokyo, y tras descansar, vaya haciendo pequeñas excursiones para consumir el resto de días del pasaje, ya veremos.

Todo se verá, ¡pero ha de verse pronto porque Agosto ya está aquí y no tengo nada preparado!

¡Un abrazo!
Raúl