Estacion-amiento anticipado

Oficialmente hasta el 21 o 22 no comienza el equinoccio de Otoño, pero hace una semana que no escribía por varias razones, además que hoy empiezan mis "akiyasumi" o vacaciones de otoño y ya era hora de dar señales de vida preludiando la entrada de la nueva estación. Además como véis he cambiado un poco los colores del blog, que permanecerá así hasta al menos Halloween si me da por poner un par de calabazas, alguna bruja y un ambiente más "oscuro". Siempre es algo que queda bien.

Como os digo han empezado las vacaciones de Otoño por aquí. ¿Sorprendidos, verdad? Japoneses contando con vacaciones extra. En realidad son un poco extrañas porque los días festivos nacionales son del lunes al miércoles, pero dependiendo de la empresa o establecimiento de enseñanza hacen puente. En mi instituto por ejemplo el día 24 y 25 tenemos que ir a clases, pero luego del 28 de Septiembre al 4 de Octubre tenemos la semana entera de fiesta (más los tres días de la semana que viene, sin contar los del fin de semana). ¡En total 12 días!

Personalmente tengo que hacer varias cosas durante estos días. La primera de ellas, es no levantarme antes de las diez de la mañana. Y luego también tengo que comenzar mi particular "koromogae" (cambio de uniformes en colegios y empresas). Es hora de ir olvidándose de las chanclas y de los pantalones y/o camisetas de manga corta. Por la mañana todavía sigue haciendo bastante calor, pero realmente sólo cuando salgo de clases a mediodía. A las 7 de la mañana que es cuando inicio mi jornada en Mr.Donuts (aka cafés ilimitados) para luego ir al instituto no compensa llevar manga corta a estas alturas. Prefiero algún día pasar calor y tener que arremangarme, que darle un motivo al peligroso momento de cambio de estación para resfriarme en estos instantes (lo que significa que debido al pánico de los japoneses por el contagio de shingata influenza me mirarían más raro de lo normal).

Lo dicho, tengo que empezar a pensar en cambiar de ropa. Lo que más me interesa sobre dejar de llevar manga corta es que podré deshacerme de esta para así poder dejar más espacio libre en el apartamento. Con toda la ropa que no regrese a España empaquetada tengo que buscar una solución. ¿Cuál? Mi intención era poder regalar muchas de las camisetas y algún que otro pantalón que deben ser "jubilados" ipso facto. ¿Pero donde? Supongo que tendré que volver a acudir a la experiencia nativa y preguntar a mis profesores o a mi casero. En última instancia, antes de dejarlo como moerugomi (basura para quemar) cogería la mochila y me iría repartiendo la ropa por Asakusa a los indigentes.

El caso es que con esto ya me quitaría gran parte del equipaje de encima y a su vez dejaría espacio para futuras visitas, como la de Manu en Navidades. Me ha hecho ilusión porque es el único que me ha dicho "Iré seguro" y tiene un billete en la mano. Fin de año en Tokyo con un buen amigo para disfrutar de la experiencia. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, sinceramente, que por todos los dioses del Olimpo no me resfríe como casi siempre en fin de año. Aunque ni la fiebre porcina ni la del pollo malayo me van a impedir que disfrute de mis últimos momentos en esta ciudad.

Por cierto, últimamente en los festivales a los que asisto en los puestecitos venden una especie pescado (al menos lo parece) que llaman "Sanma". Parece ser una especialidad de Otoño porque no lo había visto antes, y además muy barato (unos 100 yenes la pieza). Lo que me hace pensar...¿aquí habrá un boom de ventas de castañas o habrá algún otro comestible alternativo, raro y en pequeñas cantidades? xD.

"Sanma". A la derecha la apreciada (aunque carísima) seta "Matsutake"

Veámoslo a partir de ahora, sobretodo más de cara a principios de Noviembre cuando empiecen a caer las hojas. Dicen que ahora con el Momiji (el enrojecimiento de las hojas de arce) Japón se llena de colores como nunca. De nuevo una excusa agradable para volver a visitar los mismos lugares con el tono anaranjado y rojizo del Otoño en Japón.

¡Un abrazo!
Raúl