¡Infancia, caca!...Eso no se toca

Nuevas estadísticas llegan a mis manos.

Resulta que según un estudio realizado por una compañía de importación y venta de juguetes, basado en las entrevistas a cuatrocientas madres japonesas, reflejan que el 68% de estas "prefieren que sus hijos estudien a que jueguen". Lo irrisorio del asunto es que de este último porcentaje, el 31% estuvo de acuerdo, atención a la sabiduría maternal, en que sus hijos muestran signos de cansancio y fatiga tras jugar, el 26% coincidió en que carecen de fuerza física para hacerlo apropiadamente y el resto, un 21%, aseguró que la extenuación producida por el esfuerzo les impide dormir correctamente.

Pero, ¿los niños japoneses juegan? No sé, a parte de trabajar como autómatas en los ejercicios que les proponen sus profesoras durante la hora del patio o de algunos parques donde se puede ver a una minoría tratando de divertirse, no he visto más signos de juego por parte de estos críos desde que estoy aquí. Bueno, no cuenta que ayer vi en el Balcón de la Sabiduría a un lumbreras haciendo toques con el balón en medio de la calle a las 2:30 de la madrugada, pero no era precisamente un niño.

Las excusas absurdas de las madres las podríamos responder enseguida.
1- Si juegas, te cansas, ya tengas 5 años o 30.
2- La comida más importante del día, el desayuno, está perdiendo su cauce en esta sociedad. Mientras algunas madres preparan desayunos tradicionales con, vale, cositas pequeñas, pero altamente nutritivas, otras les dan un vaso de leche y un trozo de pan con mantequilla. Es normal que los niños carezcan de fuerza física. Además estoy seguro que pierden unas cuantas calorías yendo solos hacia el largo camino que lleva a la escuela.
3-¿Que no duermen? Lógico. Si a un chaval le dices que tiene que estudiar "dando todo lo que pueda" cuando no ha tenido la dosis de diversión que debería compaginar para afrontar el estudio, ¿qué haría? Porque no sé si lo sabéis, pero aquí se tiene que hacer un examen para poder pasar de educación primaria (Shougakko: 6-12) a la secundaria (Chuugakko: 12-15).

Puede que no sea un tipo disciplinado ni responsable con su futuro, pero desde luego sí que puedo decir que he tenido infancia.

¿Y luego me extraña ver hace tres años a un renacuajo en el avión rumbo a Tokyo que hacía sus deberes de inglés shakespeariano o que jugaba a la DS con todos sus Pokemon a nivel 100.000?

Aps, y aquí tenéis otro posible motivo por los cuales algunos niños no puedan conciliar el sueño por las noches,xD: