¡Yayo, que soy yo!

¡Por fin! He encontrado en Asakusa una de las sucursales bancarias principales de Sumitomo Mitsui Bank y, lo que es más importante, con personal en su interior. Necesitaba hacer con urgencia el pago del alquiler del apartamento y al parecer es uno de los pocos sitios donde puedes encontrar a gente, y no sólo máquinas, trabajando.

El show ha valido la pena a pesar de no estar muy convencido de poder acabarlo. Todos los cajeros están en perfecto japonés, sin opciones para transacciones en ningún otro idioma. He seguido el consejo de mi casero y nada más entrar pedí soporte a uno de los miembros del personal del banco. Me entendió enseguida y me llevó a un cajero automático. "¿Transferencia, no?" "Sip" "¿En efectivo o tarjeta?" "Efectivo" "¿Número de móvil?" "Em...si...em...¿Número de móvil?" Le dije que aún no tenía teléfono, y me dijo algo que no entendí la primera vez. Si hubiera escuchado un poco en vez de que mi mente se fuera a "¡Rápido! ¡Dónde hay una tienda de móviles!" no hubiera palidecido por el hecho de pensar que sin móvil no había posibilidad de transferencia.

Me acompañó a una mesa donde había unos formularios, y comencé a rellenarlos. El hombre se reía porque de vez en cuando tenía que mirar exhaustivamente algunos caracteres para intentar que fueran lo más inteligibles posible. Incluso llegué a uno de esos kanji que tenían como veinte trazos y me dijo: "Tranquilo. Hasta para un japonés es difícil". Otra parte complicada y bastante cómica fue la de escribir mis apellidos en silabario katakana, XDDDDD.

Pero todo fue bien. Otros empleados encargados de dar número de espera desde una máquina (en todos los sitios públicos que tienen este sistema hay como mínimo una persona para esta función...más puestos de trabajo, menos ganas de hacer las cosas por uno mismo) me hicieron pasar enseguida al mostrador e hice la transferencia, con un curioso recargo de 525 yenes que aún no acabo de entender. En España si haces un ingreso en efectivo no te cobran nada, lo cargan en cuenta y ya está.

Lo del móvil me hizo pensar de nuevo en el progreso tecnológico. De cómo aquí en Japón ya se utiliza para pagar en muchos lugares gracias a tecnologías como FeliCa de Sony (supuestamente una de las formas más seguras). Uno de esos sitios es McDonald's (¡Illuminati alert!xDD) donde te descargas una aplicación mientras haces cola, realizas el pedido y pagas con el móvil. Lo más normal del mundo vamos, y al parecer este sistema está en crecimiento.

Más comodidades, menos privacidad y más control, e incluso en algunos casos puede costarle la paga a muchos ancianitos. Me refiero, no se si os acordaréis, a una notícia que escuché el año pasado sobre un sistema de fraude que fue utilizado mucho para saquear las cuentas de muchas personas mayores, entre otros, en Japón. El timador llamaba aleatoriamente a un número y si alguien les respondía se hacían pasar por familiares con problemas económicos. No me preguntéis como se puede caer en semejante timo, pero lo cierto es que escuché que la gente mordía el anzuelo.

Tampoco me extraña que a este paso no podamos controlar nada por nosotros mismos y dejemos que los chips lo hagan todo por nosotros. Toda nuestra información, nuestra vida, nuestros recuerdos y nuestro dinero para la jubilación a manos de lo que llamamos progreso o evolución. Desde luego, en vez de tantas tonterías, invertiría más en tratamiento de enfermedades a las que se supone que no se ha encontrado cura, pero claro, todo esto también forma parte del juego de poder de los que están en la punta de "la pirámide".

Joder, que conspiranoico estoy hoy, tengo que tomar más el aire,xDD.

¡Un abrazo!
Raúl