Crónicas escolares (4)

Ya estamos, día 1 de Septiembre. Mes nuevo, asiento nuevo. La selección natural (o el azar) han querido que esté siempre en el grupo de los alborotadores. Mirad que a veces intento no hacer algún comentario absurdo, pero forma parte de mi formación tras la secundaria para luchar contra el aburrimiento o el silencio. Es como un mensaje que activa mis sentidos en el momento en que esto ocurre y me transformo en alguien imposible de hacer callar.
Aquí lo hago menos porque no entiendo lo que dicen los chinos, y sólo hay un par de personas que se dignan a hacer comentarios en japonés, uniéndonos todos para ver si cuando acabamos de sacar de quicio a todos han pasado dos horas de reloj.

Soy consciente de la adulación falaz de mis camaradas de jaleo, mas el resultado es más satisfactorio porque no hace falta esforzarse mucho para revolucionarlos (además las profesoras tampoco dicen nada). Ellos mismos ya hablan durante todo el tiempo en clase.

Aunque si tuviéramos que comparar las clases por nivel de "molestia china" en el contexto de escenarios fáunicos, supuestamente la de Fabrizio estaría en pleno safari africano con uno de esos jeep de seguridad para resguardarse del ataque de los leones, pero en este caso descapotable (la mía sería más o menos como un pequeño zoológico, con un par de terrarios para serpientes,xD).
No hay vez que quede con él que no me cuente alguna barbaridad de las suyas. Creo que se le ha metido en la cabeza que los chinos quieren privarle de su existencia y está iniciando una vendetta personal contra ellos.

Al principio mis consejos eran de calma y tranquilidad. "No puedes culparles por como son, en realidad son buena gente" casi con la canción de los Beatles "All you need is love" de fondo como en las películas. Pero al parecer su clase es como un continuo bullício de palabras que, os puedo asegurar, se os meten hasta lo más profundo de vuestro cerebro y no lo abandonan hasta que se han convencido de que te han pinchado un par de veces hasta dejarte todos los sentidos atrofiados.

En algo que no le voy a quitar la razón es en esa desesperación que te entra cuando intentas concentrarte y tienes a "Chinatown" en todos los puntos cardinales, pero sobretodo en la falta de voluntad de la mayoría de profesoras para pegar un par de zapatazos en la mesa y acabar con lo que parece un mercado, no una clase. En ese asunto ya hablé con la persona que tenía que hablar y es la única que sigue este método tras mi consejo. El resto se limitan a pedir educadamente que se callen, o a salir llorando de clase porque no aguantan la presión en el caso de uno de los profesores de Fabrizio.

Y como cada día ocurren cosas nuevas, esta no ha dejado de ser menos sorprendente. Estaba fumando en los 20 minutos de descanso enseñando a insultar a los chinos en español, cuando se me acerca una de las profesoras. Lo sucinta de la conversación fue lo que cambió subitamente la expresión de la profesora cuando le respondí a su ofensiva pregunta. Resumiendo, me intentó sonsacar si Fabrizio me había contado algo sobre sus problemas, por el comportamiento tornadizo que mostraba estas últimas semanas.
"Si tienes algún dilema con respecto a Fabrizio, o mejor dicho, la persona que te ha enviado -que ya sabía quien es, la falsa jefa de estudios- puedes llamar a su teléfono y te lo explicará si quiere". ¡Hasta ese punto podríamos llegar! En Europa seremos unos pecadores y unos demonios, pero la traición no se concibe entre las personas respetables que aún valoran la, por otra parte, sobrevalorada amistad.
Es japonesa e inteligente, y me captó al instante con una sonrisa de esas que dice al mismo tiempo "lo entiendo" y "¡púdrete en el infierno, jodido cabrón!".

Ahora en Octubre o antes, no lo sé, vuelve a haber una ceremonia de nuevos alumnos. Supongo que no veremos a ningún europeo más en las filas de víctimas alegres en sus primeros días de instituto,xD. Creo que han aprendido la lección sobre la personalidad, o también podría decirse el orgullo, depende desde que punto de vista se mire, de los occidentales. Al igual que yo sé cuando detener mis estupideces en clase, así deberían conocerlo los chinos, y sino debería haber responsables que se dedicaran a recordarlo a cualquier nivel. Algo tan simple como "quien no cierre la boca, a la puta calle", y falta grave de asistencia. Hace falta un 80% de asistencia para poder ingresar en la Universidad, así que no creo que tardasen mucho en reaccionar.

Vuelvo a repetir que bajo mi punto de vista un profesor japonés no aguantaría un día entero ni en un colegio de monjas en España (bueno, ahí menos,xD). Como siempre, es mi opinión.


¡Un abrazo!
Raúl