El paradigma de la confianza

Levantarse temprano por estas fechas empieza a ser molesto, ¿a que sí? Aunque todavía se nos presenta alguna que otra mañana calurosa, en general ha refrescado bastante. Este fin de semana lo he notado bastante más, sobretodo a la hora de ducharme, girando un poco más el pomo de agua caliente y permaneciendo más tiempo bajo el agua. Ayer hubo otro tifón e hizo mucho viento, supongo que también tiene algo que ver...

Cuando ya es el momento de salir del apartamento (es algo natural; por mucho tiempo que tenga siempre saldré justo para apresurarme a llegar lo menos tarde posible) en dirección al instituto, dependiendo si ese día me levanto antes para desayunar en Mister Donuts, me quedo observando siempre la misma escena.
Entre las 7:20 de la mañana y las 8:30, practicamente todos los pasos de cebra, regulados o no, cuentan con un encargado que se ocupa de...bueno...agita una bandera cuando el semáforo se pone en verde por si a algún coche le entra la nostalgia Carmaggedon. Están situados en todas partes, cómo digo, no sólo en las inmediaciones de los colegios o institutos. ¿Por qué?

Sé que es algo complicado de entender en nuestra sociedad, pero aquí por lo visto es algo de lo más normal. ¿Os acordáis cuando íbais/volvíais del cole con vuestros amigos cuando por fin os habíais desprendido del temido 'mi madre viene a recogerme'? Pues ocurre lo mismo en Tokyo pero con los niños de 5 o 6 años.
Se les puede ver caminando solos o en grupos pequeños hacia sus colegios, con sus uniformes idénticos, sus mochilas iguales (olvidáos de "empiezo el cole con la mochila nueva de las Tortugas Ninja"; aquí todas las carteras son idénticas, del mismo color, de la misma forma, e incluso con mensajes del tipo "Cuidado, por favor" cómo si conducieras un coche), sus gorros calcados y casi con marcha militar.

No puedo evitar, sobretodo con los pobres enanillos que van solos, clamar al cielo por mis comparaciones negativas, al mismo tiempo que inevitablemente evidente. ¿Sabéis lo que veo? Veo a un salaryman con su traje, caminando de la misma forma hacia su trabajo. Lo contemplo cómo un entrenamiento o una preparación para sus futuras vidas.

Es cómo por ejemplo, una de las cosas más chocantes y que ya he comentado antes, el tema de las mochilas. Que todos los colegios tengan un uniforme, por ahí paso entre comillas. Que las madres les hagan llevar esos gorros y chaquetas de principios del siglo XX, vale. Pero que te quiten algo tan personal cómo la elección de tus mochilas...eso si que no. ¡Lo único por lo que desea un niño regresar al cole es por compras la mochila y el material que no usará! ¡Arrg!

Retomando el hilo, ¿en serio es para tanto la confianza y el sentido de grupo o nación? Si es así, desde luego es para aplaudir. En el resto del mundo dejar a tus hijos desde pequeños (repito que estamos hablando de personajillos que empiezan a ir solos desde que pueden andar) es algo impensable, al menos para lo que mínimamente podríamos llamar responsabilidad teniendo en cuenta nuestra sociedad.

Igualmente aunque esto fuera así, sigo pensando que Japón necesita un ajuste de antena, porque los canales no se ven del todo bien. ¿Es bueno dar a un niño el peso de la responsabilidad desde que es un pequeño moco andante? No voy a juzgar la infancia de un japonés, al fin y al cabo cada uno acepta y es más o menos feliz en sus recuerdos, pero para mí hay grandes pedazos del puzzle que cualquier niño debería poder montar, que se pierden en algún lugar entre el pasado y el miedo a lo que serán en el futuro.

Cómo siempre lo dejo a vuestro juicio.

¡Un abrazo!
Raúl

P.D: Por motivos obvios las fotos de los niños no son mías. Una cosa es jugar al reportero con cámara en mano, y otra es que en este país me vean haciendo fotos a críos caminando solos. Ya soy lo bastante sospechoso tal cómo soy,xD.