Umi no hi

Así luce Ueno últimamente, con cientos de farolillos blaugrana (porque todo sabemos que el blanco es únicamente para los mafiosos y para las que pretenden aparentar pureza el día de su boda,xD). De hecho así seguirán alumbrando hasta principios de Agosto. Perdonad por la calidad de las fotos. Mi cámara está muriéndose lentamente. Estos últimos días el objetivo se está quedando atascado a veces, y las fotos nocturnas salen más movidas que antes.

Una de las pocas cosas que nadie puede evitar en Tokyo, son los encuentros casuales (llamémoslo así. El teléfono aquí es únicamente efectivo cuando no consigues dar con el lugar exacto, pero el propio azar pone a cada uno donde debe con una exactitud milimétrica. Ayer sin ir más lejos, me encontré a Alex "pegando flashazos" en el parque Ueno. Podía haber tomado dos caminos para visitarlo, pero mis pies se encaminaron hacia el de encontrarme a un americano-griego-italiano-y-vete-tu-a-saber-que-más haciendo fotos en el ajetreo del parque. Era temprano así que fuimos a dar una vuelta y a disfrutar de unos yakitori con un ambiente ya "veraniego".
Aquí el verano es sinonimo de "hanami", fuegos artificiales y este ambiente en todos los parques y templos donde la gente pasea con sus cómodos yukata (kimono de verano) y se deja el dinero en cervezas y comida en pequeños puestecillos.


Fuimos a comer algo, y directamente a pillar unas birras en el "Samurai Café". Los dueños son los mismos que los de la compañía Oak-house que alquila pisos a extranjeros que no tienen sponsor como yo,xD, con lo cual hay bastantes "gaijin". Discutiendo sobre por qué en Denver no tienen metros conocimos a un islandés, probablemente el primer veterinario extranjero que ha trabajado en el zoo del parque de Ueno. Me quedé impresionado porque es una de esas personas tan carismáticas que no necesitan convencerte de que el cielo puede ser rojo o que en realidad no eres humano sino una mezcla entre pokemon y digimon, y simplemente te tienes que limitar a asentir. Tiene una cabeza privilegiada y es un hombre de mundo, con lo cual no es difícil que pasen las horas y las jarras de cerveza de forma provechosa.
Acabamos conociendo unos cuantos japoneses/as y nos fuimos de botellón a un parque cerca del río Sumida.


Al día siguiente, o sea hoy, en el "día del Mar" (¿mar?¿dónde?xD), habiendo dormido unas 4 horas reales, me atrevo a ir de karaoke con los chinos de mi clase. Han sido tres horas de canciones que para mi sonaban todas igual (bueno, he de admitir que me lancé con Wang Lee Hom a pesar de que sólo sabía la pronunciación,xD). Y luego para rematar nos vamos a un estupendo restaurante de "come todo lo que puedas", con lo cual acabé rezando para que el día no se prolongara más y tuviera tiempo para descansar un poco.


Pero como os he dicho, mientras menos esperas que algo caiga del cielo, una lanza se te clava en la espalda y ni siquiera sabes por donde ha venido exactamente. Fabrizio me citaba para ir a comer Okonomiyaki en Asakusa y hablar de los planes de escapada este verano.

Escribo todo esto tan rápido porque realmente estoy tan cansado que no puedo pensar demasiado, pero es un cansancio que merece la pena aguantar. A pesar de que necesitaba hacer muchas otras cosas, no puedes decir que no a conversaciones filosóficas borracho en un parque lleno de prostitutas y borrachos totalmente inofensivos o a una sesión temática de karaoke con gente simpática.

¡Talue!
Raúl