El Distrito Fantasma

Tres años, si no recuerdo mal.
Tres años hace que dije por primera vez: "Vicente, tío, ¿dónde está el Mandarake?", cuando recorríamos las calles de Akihabara en busca de material freak de coleccionista.
Aparecía en un punto marcado en las guías, pero no estaba; era cómo un espectro que al ser detectado huye en vez de espantarte. "¡Dame miedorl, dame miedorl, jandenagüer!", vociferé.
Pero no era el Fantasma de Canterville ni mucho menos, pues no apareció.
Luego preguntamos a las pobres almas en desgracia que estaban condenadas a vagar por Akiba en busca de hentai porque es la única opción que les queda antes de llegar a la del suicidio, gente que se supone son tokyotas auténticos y se conocen cada palmo de la ciudad.
Pero era cómo si nadie quisiera hablar.
Cómo si el simple hecho de repetir esa palabra removiera heridas inflingidas en tiempos oscuros; heridas en forma de PVC, encuadernaciones y tejido de cosplay.
Pero era cómo si nadie quisiera hablar.

Entonces sin querer un día, aunque tampoco podría situarlo exactamente en el tiempo, pasó algo. Pongamos que fuera ayer 6 de Diciembre a las 20 horas, 37 minutos, 20 segundos, cielos despejados, seis grados centígrados, cuarenta y dos grados farenheit, viento norte a 2 km/h y un tipo vendiendo yakiimo que no se si estaba esperando a clientes o había muerto de hipotermia.
Pero ya os lo digo, no lo recuerdo demasiado bien.
El caso es que estaba dando vueltas seleccionando adecuadamente cierto material para que el Gordo con Traje Rojo que trabaja una vez al año no tenga que esforzarse demasiado, cuando tomé un atajo, tan sólo un par de calles por detrás del límite que siempre había determinado por defecto en mis incursiones por Akihabara.
No puedo explicaros el motivo, la verdad.
Es cómo cuando estáis paseando por la Rambla y antes de llegar a la altura de la entrada al Raval porque ya casi se ha acabado lo vistoso y alguien dice: "¿Volvemos patrás?" "Vale, vamos al FNAC".
Siempre hay líneas invisibles en cada ciudad.

"Oooooooh" (voz de coro infernal)

Para no extenderme en demasía, sólo os diré lo que escupí de mi boca en voz alta: "¡Me cago en su puta madre!"
Qué bonitas palabras, qué bien me quedé.
Después de tanto tiempo, ahí estaba, enorme cómo creía que era, haciendo esquina a la sombra de lo que es la principal y transitada avenida y calles contiguas que forman la meca de los frikis.
Pero lo curioso es que no entré.
O sea (poned algo de fondo así en plan banda sonora dramática, os meterá más en el papel. True story), ¿después de todos estos años pensando cada vez que iba allí: "¿Andandará?" y ahora voy a entrar porque me he "topado" con ella? No señor, esa zorra va a esperar a que yo vaya por voluntad propia, tal y cómo yo quería, metiéndome tan dentro que mi ropa olerá a ella, respiraré el mismo aire que ella, pero será no por ningún avatar del destino, sino porque yo, sólo yo, he ido a buscarla (ya podéis quitar la música).
Seguimos hablando de la tienda de Mandarake, por cierto, ...¬¬'...

En fin, sólo quería contaros eso, "ignorantes del más allá",xD.
Nada importante porque ya se me pasó esa época de frikismo.

Un abrazo,
Raúl

P.D: Vaya potra con el sorteo del Mundial (Suiza, Honduras y Chile), ¿verdad? xD Y ya que estoy, la explicación a lo del Barça-Madrid del otro día no es "Queeeeee, ¿dónde está el Barça del triplete eeeeeh?" o "Menudo tongo, os ayudó el arbitro".
1-O se juega bien o se juega Madrid
2-A ver quién tiene grupo en el facebook y quién no, por mandar a callar a un payaso de telenovela barata.
Pero me mantengo neutral, cómo siempre,xDDD.